Este artículo fue originalmente publicado en inglés el 4 de diciembre.
Las siguientes tres semanas después de la marcha del lunes 13 de noviembre por el reconocimiento del sindicato, los trabajadores del Hilton se mantuvieron a la ofensiva, con delegaciones diarias para presionar a la gerencia durante el “lunchtime”. Llegaron a conseguir el apoyo de trabajadores y estudiantes a través del Estado, el país, internacionalmente y han resistido la tormentosa campaña antisindical impulsada por la gerencia. Y esta no fue una batalla de principiantes, la gerencia recurrió a abogados especialistas en destruir sindicatos como aquellos que son asesores del presidente Trump, Cruz and Associates, para intentar aplastar el intento de sindicalización.
Es posible que Atrium Hospitality, la compañía que dirige Hilton Stamford, haya gastado más de un millón en viajes para dirigentes rompe sindicatos a lo largo del país, invitando comidas y dándoles todo tipo de privilegios. Así y todo, los trabajadores contrarrestaron cada mentira y promesa y se mantuvieron firmes ante las amenazas.
Ama de llaves, cocineros, mozos, botones, trabajadores de mantenimiento y recepcionistas estuvieron impecables en resistir y ponerse duros frente al patrón, encuentro tras encuentro, donde la patronal trataba de intimidarlos y alejarlos de la idea de formar un sindicato. En un último intento patético para ganarse la simpatía de los trabajadores, Atirum les mandó cartas a sus hogares pidiendo disculpas por su comportamiento e implorando por una segunda oportunidad. ¡Los trabajadores inmediatamente reconocieron este último intento de engañarlos. Todos los esfuerzos de la gerencia no pudieron evitar que los trabajadores voten por el si!
Entonces, un fría mañana de un lunes docenas de trabajadores del Hilton se juntaron en la esquina de Greenwich Av. en Stamford, y caminaron silenciosamente juntos, en su maravillosa solidaridad, para ir a votar. Por el tamaño de la multitud a las 6am, el resultado ya era claro. A las 5:30 p.m. todos los votos fueron contabilizados y el resultado fue oficial.
La votación, sin embargo, es solo el comienzo. La lucha continua con la pelea por un buen contrato. Pero podemos asegurar que las ama de llaves no limpiarán más 40 habitaciones por 11 dólares la hora después de décadas de trabajo que rompía su espalda. Los camareros sin seguro médico, lo tendrán con contribución patronal después de muchos años. Los ayudantes de cocina no sé cortaran más las dedos ayudando a los cocineros que siempre están faltos de personal para preparar las comidas mientras ambos lavan los platos para poder seguir el ritmo de las órdenes de servicio de habitación y restaurante lleno. Los ingenieros serán entrenados propiamente y serán bien pagos, en la recepción no tendrán que estar en todos los lugares al mismo tiempo para mantener a los clientes satisfechos y que no se vayan para no volver. Los botones tendrán el respeto que merecen por trasladar el equipaje y guiar a los huéspedes a través de Stamford solo por propinas. Y en vez de trabajadores a tiempo completo que tienen dos o tres trabajos para llegar a fin de mes, se abre una oportunidad de pasar más tiempo con sus familias y disfrutar de la vida.
Los trabajadores decidieron formar su sindicato con la ayuda de UNITE HERE Local 217. Mientras los trabajadores celebran su bien ganada victoria y descansan para la próxima batalla, los dueños de Atrium Hospitality, representando 12 marcas con 49 propiedades hoteleras en 26 estados, irán a la cama la noche del lunes con la frustración de que la mañana del martes se despertarán con una nueva realidad: en Stamford han sido golpeados por la fuerza y militancia de los trabajadores del Hilton.