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Trabajadores del Mercado Hunts Point consiguen un aumento salarial tras la huelga

El sindicato que representa a 1.400 trabajadores alcanzó un acuerdo por un aumento total de 1,85 dólares al cabo de tres años. Estos logros muestran la fuerza de nuestra clase cuando los trabajadores toman el valor de ir a la huelga. Click here to read this article in English. Tras una semana de huelga, los […]

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El sindicato que representa a 1.400 trabajadores alcanzó un acuerdo por un aumento total de 1,85 dólares al cabo de tres años. Estos logros muestran la fuerza de nuestra clase cuando los trabajadores toman el valor de ir a la huelga.

Photo from @TeamstersJC16

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Tras una semana de huelga, los dirigentes del sindicato Teamster Local 202 anunciaron que habían llegado a un acuerdo con los directivos del mercado de Hunts Point sobre un nuevo contrato de tres años. Mientras que el objetivo inicial de la huelga era exigir un aumento de 3 dólares -un aumento de 1 dólar al año-, el sindicato llegó a un acuerdo para un aumento total de 1,85 dólares: 70 centavos el primer año, 50 centavos el segundo y 65 centavos el tercero. Además, a pesar del intento de la patronal de hacer que los trabajadores paguen más por el seguro médico, los trabajadores seguirán pagando sus contribuciones actuales.

Los trabajadores han conseguido que la empresa les conceda un día personal adicional y dos días de enfermedad más al año. Esto supone una mejora en la calidad de vida de los trabajadores que pasan largas horas expuestos a temperaturas heladas y a un calor sofocante. Como denuncian los trabajadores, estas empresas ni siquiera ofrecen suministros básicos como guantes. 

En el momento de redactar este informe aún no se disponía de más detalles sobre el acuerdo provisional. 

La patronal propuso originalmente un insultante aumento salarial anual de 32 centavos, lo que instigó la huelga. A lo largo de la semana, los trabajadores ralentizaron o incluso detuvieron gran parte de la distribución de productos del mercado de Hunts Point. Se trata de trabajadores abrumadoramente negros y morenos, muchos de los cuales llevan décadas trabajando en Hunts Point. Algunos son inmigrantes que sólo hablan español, pero se solidarizan codo con codo con sus compañeros de trabajo nacidos en Estados Unidos. Los trabajadores de Hunts Point empezaron a ejercitar sus “músculos” en la lucha obrera y a sentir su fuerza: ellos hacen funcionar toda la sociedad, no los jefes. 

La primera noche, los trabajadores bloquearon el tráfico y seis personas fueron detenidas. Recordando los levantamientos de Black Lives Matter (BLM), corearon “Manos arriba, no disparen”. Dos días más tarde, lograron hacer que se regresara a un gran camión de productos agrícolas y obtuvieron la solidaridad de trabajadores y jóvenes de toda la ciudad de Nueva York, que se unieron a los trabajadores en el piquete de 24 horas. 

Aunque los trabajadores no ganaron todo por lo que lucharon, las demandas que le arrancaron a los patrones son una victoria. La victoria sirve de ejemplo para la clase obrera de Nueva York y de Estados Unidos de que los jefes no nos dan nada de buena gana, pero la clase obrera puede luchar, y ganar. Los trabajadores de Hunts Point reconocieron su fuerza y la utilizaron para detener la producción y forzar la mano de la patronal. 

El mercado de Hunts Point desempeña un papel fundamental en la cadena de suministro de todo el noreste de Estados Unidos. Es el mayor mercado de distribución al por mayor del mundo, y suministra el 60% de los alimentos de toda la ciudad de Nueva York. Los trabajadores esenciales del mercado desempeñaron un papel fundamental para mantener la ciudad y la zona triestatal en funcionamiento durante la pandemia, suministrando alimentos a millones de hogares a pesar de los riesgos para sus vidas. Más de 300 trabajadores contrajeron Covid-19, y al menos seis murieron. Y sin embargo, estos trabajadores no recibieron la indemnización por riesgo, y siguen sin tener acceso a las vacunas. De hecho, uno de los trabajadores en huelga nos dijo que cree que Nueva York debería garantizar la distribución de las vacunas en lugares de trabajo esenciales, como el mercado de Hunts Point, y no tirarlas, como ya ha pasado en la ciudad de Nueva York.

La mayoría de los trabajadores sindicalizados del mercado de Hunts Point ganan unos 18,57 dólares la hora. Mientras tanto, sus jefes son multimillonarios y obtienen enormes beneficios a costa del trabajo de sus empleados. El mercado recibió 15 millones de dólares en préstamos del Programa de Protección de Cheques del gobierno federal, ninguno de los cuales fue a parar a los trabajadores. La demanda de un aumento anual de 1 dólar no era siquiera suficiente para hacer frente al aumento del costo de la vida y al impacto de la crisis en sus vidas y en sus familias. El aumento que ofreció la empresa de 1,85 dólares en tres años es aún menos suficiente. 

La patronal ha aprovechado el miedo generalizado al desempleo y a la incertidumbre económica para poner a los trabajadores contra la pared, diciéndoles que deben dar gracias por tener trabajo. Esta táctica de miedo suele funcionar para evitar que los trabajadores hagan huelga. Esta vez no funcionó, y el rechazo a esta maniobra patronal unió a los trabajadores que permanecieron en los piquetes hasta que se mejoró la oferta.

Sus logros fueron posibles gracias a su fuerza como clase y a su valor para ir a la huelga, la primera huelga en Hunts Point en décadas. Pero, como puede decir cualquier trabajador, su moral y su determinación se vieron reforzadas por los cientos de personas y organizaciones que acudieron a la línea de piquete cada día en solidaridad. Muchos de los jóvenes activistas que se presentaron para apoyar la huelga también participaron en el movimiento Black Lives Matter el año pasado, lo que demuestra que ambas luchas están conectadas y que la solidaridad puede fortalecer las acciones de los trabajadores.

Los trabajadores en huelga no fueron los únicos a los que el presidente del Local 202, Danny Kane, agradeció y felicitó. Este mediodía, tras la ratificación del contrato por la mayoría de los trabajadores presentes, agradeció al gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, su involucración en la lucha de los trabajadores. Lo calificó de “defensor y amigo de los trabajadores organizados en esta batalla” y parte del “tipo de política que necesita nuestro país. Política que  tenemos a nivel estatal y nacional”, haciendo más que un guiño a los demócratas y al nuevo gobierno de Biden. 

Este es el mismo gobernador que recientemente dijo que no cerrará la economía a causa del coronavirus, poniendo las ganancias por encima de las vidas, tal como lo hizo desde que la pandemia comenzó en la primavera. Cuomo también se niega a cancelar el alquiler, y envió a la policía a detener y golpear a los manifestantes de BLM durante el verano. Recordemos que la ciudad ofreció a los jefes del mercado de Hunts Point una importante presencia policial durante la huelga, lista y dispuesta a detener cualquier escalada. 

Los líderes sindicales que ganan mucho dinero y no trabajan en el Mercado de Hunts Point estaban anunciando una victoria ayer, antes de que los trabajadores pudieran siquiera ver el contrato, y mucho menos ratificarlo. En un mitin anoche, el presidente Kane dijo: “Un buen contrato es aquel por el que se lucha. Ayer ganamos antes de conocer los términos”. Pero como cualquier trabajador puede decir, la lucha no pone comida en la mesa. Continuó diciendo: “Por favor, créanme, [la lucha] es más importante que una pequeña moneda aquí o una moneda allá, es lo que ustedes hicieron”. No eran cinco centavos; eran 1,15 dólares menos en el nuevo contrato de tres años que los trabajadores exigían inicialmente.

Este es un gran problema. No corresponde a la dirección del sindicato -y desde luego no a AOC- decidir si los trabajadores ganaron una huelga o no. Corresponde a los miembros de base del sindicato de Hunts Point Market deliberar, discutir y decidir democráticamente. No digo esto para ser contrario, ni para estropear las buenas noticias, pero es una lección importante para futuras luchas.Los trabajadores son los que crean beneficios masivos para los patrones.  Son ellos los que interrumpen esos lucros yendo a la huelga, y los que ocupan una posición central en la cadena de distribución. Ellos son los que deberían decidir cuándo se acaba una huelga. 

Personas como la representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) y otros políticos del Partido Demócrata asistieron a los piquetes en varias noches, desempeñando un papel en la amplificación de la lucha. Aunque la solidaridad de figuras prominentes como AOC puede ser útil, también debemos reconocer que esta solidaridad es parte de una estrategia más amplia de presentar un “ala militante” de los demócratas que incluye el “ala izquierda” del Partido Demócrata, sectores de la burocracia sindical y la burocracia de las ONG que posan como militantes mientras sostienen la influencia del Partido Demócrata.

Aunque hubo algún apoyo inspirador por parte de los miembros y locales de Teamster, el sindicato nacional de Teamster no hizo nada para fortalecer la lucha a pesar de su tamaño y poder. La convocatoria de asambleas en importantes empresas de transporte como UPS y Amazon, y la realización de acciones de solidaridad -como los bloqueos- hubieran logrado una enorme diferencia. La fuerza y las posibilidades en manos de los trabajadores son aún mayores.

Los trabajadores con los que hablé se sienten aliviados por haber conseguido un aumento y contentos de volver al trabajo. Están orgullosos de haber sido capaces de arrancar nuevas conquistas a una patronal que estaba dispuesta a dar poco o nada. Confían en su fuerza como trabajadores. Pero son conscientes de que el objetivo inicial no se ha conseguido y saben que habrá más batallas por delante. 

Cuando entraron en el mercado para ratificar el contrato, corearon “202” y mantuvieron la cabeza alta porque pusieron en evidencia la avaricia de los empresarios y mostraron el potencial de la clase obrera para afrontar la crisis. Gracias a esta experiencia, impulsaron una huelga como no se había producido en Hunts Point en 34 años, y aumentaron la confianza en su fuerza para preparar futuras luchas. Como dijeron muchos de los trabajadores, esta experiencia les mostró su fuerza colectiva.

Sin duda, los trabajadores del mercado de Hunts Point son una inspiración de lucha para los millones de trabajadores de Nueva York que tendrán que enfrentarse a los patrones que siguen poniendo el peso de la crisis sobre nuestras espaldas, y siguen exponiéndonos al virus y a sus consecuencias económicas y sociales.

¡Viva la lucha de los trabajadores de Hunts Point Market!

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Luigi Morris

Luigi is a UPS Warehouse Worker - Teamster Local 804. He is also a member of Left Voice, freelance photographer and socialist journalist.

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